La temporada de terrazas y jardines particulares ha llegado pisando fuerte para quedarse. Convierte tu vida doméstica al aire libre en una colección de momentos únicos creando ambientes confortables y, por qué no, a la última. Para ello, un elemento decorativo ideal —cuya relevante tendencia no pasa hoy desapercibida— es la alfombra de exteriorAquí los tejidos adquieren suma importancia, pues deben presentar una óptima resistencia a factores ambientales exógenos como la exposición solar o la humedad de las zonas costeras. En este sentido, dos materiales recomendables son:

Ratán. También empleado para la confección del mobiliario de exterior. Su superficie puede resultarnos algo áspera, pero su magnífica entereza lo convierte en ideal para alfombras situadas cerca de lugares con agua (una piscina, por ejemplo).

Vinilo (PVC). Es altamente permeable y combina a las mil maravillas con la mayoría de estilos.

Nosotros, como expertos en la fabricación de alfombras, recomendamos diseños frescos y materiales ligeros que no añadan más calor al exterior. Las fibras vegetales, huecas, permiten que el aire bascule, haciéndolas transpirables. Transpirables al igual que el algodón, una fibra natural hipoalergénica, suave y de fácil limpieza. Inconveniente de esta última: hay que evitar exponerla directamente a la intemperie.

No obstante, para mucho interioristas, el tejido por excelencia para los espacios de exterior es el bambú.

Y si hablamos de formas, no pierdas de vista las rayas y el azul marino para un entorno navy; los kilims para un toque étnico (boho); lo geométrico para una trendy pizca cool; los tonos tierra (beis, marrón, crema) para almas naturales, sensoriales.