Si buscan una plena comodidad de tus espacios interiores del hogar, cada cierto tiempo, en alguna medida, modifica sus elementos decorativos. Para ello, los cambios estacionales vienen siempre como anillo al dedo. ¡Y esta semana nos entra la primavera! Aprovéchate, pues, de sus posibilidades estilísticas; aprovéchate, sobre todo, de sus tendencias para este 2018:
Geometrías estructurales. La elegancia amable, luminosa, es la seña de identidad. No solo transmiten estabilidad, sino adaptabilidad, a las emociones y al entorno, porque casan a la perfección con cualquier espacio y concepto. Por ejemplo, pruébalas en tu alfombra de salón y pasillo.
Cerámicas metalizadas. Los tonos oro, bronce y plata se colocan a la vanguardia. Visita nuestra tienda de alfombras y encontrarás una gran cantidad de complementos cerámicos con estas características. Neutralidad cromática. Colores confort (blanco o café claro), empleados como base en esas habitaciones con la que se mantiene un especial contacto, para, dada su sensación de luz y pureza, desconectar.
Kilims. Pequeñas alfombras de tejido plano, bien ligeras y decorativas, que pueden utilizarse en suelos, paredes e incluso para cubrir mesas. De origen persa, están elaboradas con lana cien por cien natural. Sus vistosos colores y la irregularidad de los mismos (producida por los tintes naturales) hacen de ellas unas piezas únicas e irrepetibles.
Estampados botánicos. Textiles con motivos florales, pero en pequeñas cantidades, como extraídos de los bocetos de un pintor o de un manual de recolección de plantas. En este sentido, los tonos verdes oscuros sirven para acentuar esas estancias donde predominan los blanco, beis o marrones; un cromatismo que «adentra», que aporta mucha profundidad.
Corcho. En revestimientos de paredes, por ejemplo, o también en mobiliarios. Una textura muy actual que aporta calidez, además de aislar ruidos accesorios.
El rincón de pensar. Aislado de enchufes para móviles, ordenadores o televisores: un jardín interior con sofá, mesilla y una alfombra moderna.
La cocina como protagonista. El mármol, en tono verde o marrón, continúa siendo su material por excelencia, aunque tiende a cotas más discretas, con las bancadas delgadas y los bordes ocultos. Las cocinas negras, de moda, transmiten un sofisticado aire contemporáneo, sobre todo cuando se añade un toque de metal, madera pintada y piedra. También se tiende ahora mucho a ocultar los elementos de almacenamiento y priman las alacenas con puertas de cristal y los estantes con la vajilla al descubierto (no así los electrodomésticos, cada vez menos a la vista). Apuesta por los colores brillantes: naranjas, amarillos y azueles, equilibrados con algún tono neutro.